Si hay algo que me vuelve completamente loca son los pequeños talleres en casa. En principio me tiran más los de costura, que son los protagonistas del post de hoy, ya que son mi debilidad. Yo tengo el mío en casa, donde creo mis diseños para mascotas de Soñando con Perros... que ya muchos de vosotros conocéis (si no es así os invito a entrar en el blog y que lo hagáis tanto si tenéis perro como si no)
Considero que algo primordial en un taller, sea de lo que sea, es la organización. Es algo que cualquier artesano conoce a la perfección. Tampoco es necesario poseer mucho espacio para él, siempre y cuando se trate de crear cosas pequeñas y que no requieran un amplio espacio de trabajo. Evidentemente si eres modista de humanos, vas a necesitar una mesa especial para cortar las telas y crear los patrones. No es mi caso, ya que hablamos de productos pequeños, y el que tengo es perfecto para crear, cortar y coser las piezas con las que trabajo habitualmente.
Hoy voy buscando el taller perfecto: colorido y vitalista, algo esencial para motivar la imaginación; organizado, algo primordial donde cada material debe tener su sitio y siempre sepas donde buscarlo, ya que el tiempo cuando se trabaja es oro y no se puede estar perdiéndolo en vano; decorativo, algo indispensable para una amante del interiorismo como soy, y sobre todo íntimo y tranquilo, totalmente esencial ya que nos referimos a tu reducto personal donde vas a desarrollar tus proyectos y nadie pueda inquietar tu creatividad.
He recopilado imágenes de talleres de costura ubicados en casas de verdad, incluído el mío, que aunque ya lo compartí con vosotr@s cuando publiqué el post sobre mi casa tratándose de un especial sobre talleres, no puedo dejar de compartirlo de nuevo el cual podéis ver al final.
Espacios super personales y especialmente emocionales, los talleres caseros nos retratan por completo... :)