Hoy estoy súper contenta de poder compartir con vosotros un estupendo reportaje fotográfico sobre un precioso y lleno de inspiración vintage apartamento dúplex en mi querido Madrid antiguo, lugar en el que vivo desde hace muchos años. Este divino dúplex abuhardillado, mantiene toda la esencia del Madrid más clásico en el que se han mantenido todos los elementos originales que adoro de las construcciones de finales de 1800 y principios de 1900, que son las que certifican la antigüedad que prevalece en los edificios de mi barrio y que, por supuesto, lo hacen tan especial y buscado ↩
Sus manposterias en madera maciza, sus columnas, el ladrillo visto recuperado, los techos originales pintados en blanco con sus vigas, su suelo de barro cocido y sus maravillosas contraventanas interiores que cierran unos grandes balcones, todos ellos elementos originales de la comunidad en la que se ubica, lo convierten en un espacio lleno de encanto y personalidad. Aquí se ha combinado a la perfección una cierta tendencia rústica con mobiliario moderno de regusto nórdico, aportando ese eclecticismo tan de moda, pero en el que no se repiten los estereotipos que vemos muchas veces en ciertos apartamentos. En éste dúplex se aprecia un amor por el espacio en el que se ubica y un respeto total por la esencia del edificio, respetando por completo cada elemento original convirtiéndolo por sí mismo en decoración pura y dura. Enamorada estoy ❥