Probablemente esta casa que protagoniza la publicación de hoy, sea una de las más audaces y personales que he compartido con vosotros a lo largo de la vida del blog. Esta mansión ubicada en el Distrito Federal de Méjico y con mucha historia a sus espaldas, la recuperación de sus espacios respetando su magnífica esencia y una buena dosis de eclecticismo que se puede respirar en cada rincón, la convierten en una auténtica joya que te sorprende por momentos y a medida que te adentras en ella ↩
Sus infinitos detalles, los colores tan diferentes usados tanto en las paredes como en la decoración, la combinación perfecta de estilos, de piezas repletas de historia de los propietarios mezcladas hábilmente con piezas de firma, mas modernas y de distintas tendencias, no dejan indiferente a nadie ❤
Imposible no nombrar la personalísima exposición del color que determina cada habitación. El salón por ejemplo destaca por sus diferentes tonos de azules pintados a brochazos sobre las paredes en las que se han utilizado posteriormente tampones con formas de libélulas o mariachis para estampar con pintura blanca. Muebles antiguos en madera, retratos de familia, piezas de bronce, unas mecedoras de jardín y multitud de lámparas vintage completan esta estancia tan absolutamente particular ☜
