Es lo que tiene Nueva York, una fuente inagotable de mezcla y combinación de estilos, donde confluyen distintas culturas y la arquitectura es un claro reflejo de ello. Eso es lo que caracteriza a esta casa llena de encanto exterior, con sus ladrillos rojos y su zona de jardín, que podéis ver al final del post, donde te olvidas del mundo externo, y un interior totalmente reformado, pero en el que se han conservado ciertos elementos originales, como la preciosa escalera pintada en negro que une sus tres amplias plantas ↩
Todas las paredes se eliminaron por completo en la planta principal, donde el concepto de espacio abierto estilo loft, ha sido la finalidad desde el principio. Una única estancia mezcla a la perfección estilos actuales con piezas de decoración clásicas, y reinventa el espacio, hiper luminoso, que se une desde la entrada principal de la casa hasta el final de la estancia y salida al jardín ↩
La antigua chimenea del salón se ha respetado para aportar calidez al conjunto, el comedor con una mesa XXL moderna en madera blanca y unas DCW Chair delimita y lo separa de la cocina, donde una enorme isla central con una barra para desayunos se abre hacia el gran ventanal con cuarterones que comunica con el jardín privado. Unas altísimas y amplias alacenas a ambos lados de una pared con mosaicos azules y un horno de leña, aportan el toque profesional a esta cocina tan absolutamente particular ☜
Las lámparas tan actuales en bronce que cuelgan del techo tanto en la zona del salón y el comedor, como las campanas de la cocina completan el conjunto sin cortar la perspectiva.
Una casa impresionante con mucho carácter y llena de encanto. La quiero¡¡ ❤