Nos acercamos al tan ansiado verano y la necesidad de rodearnos de ambientes frescos y espacios abiertos se convierte en el sueño imaginario de todos. A medida que avanza la primavera nuestra cabeza se dispara pensando en lugares plagados de relajantes espacios donde poder evadirse del día y de los problemas, con lo que disponer de una casita en el campo o de una casa fuera de la ciudad lejos del mundanal ruido, a menudo nos acerca a ese ideal que todos tenemos en mente ↩
Muchas de esas casas antiguas de campo suelen disponer de pequeñas edificaciones añadidas que habitualmente se utilizan como invernaderos donde guardar los aperos para la jardinería y conseguir que las nuevas plantas salgan adelante protegidas por sus perfectas condiciones ante el frío ❍
Recordemos que los invernaderos o invernáculos son lugares cerrados destinados a proteger del exceso de frío en invierno los cultivos de plantas y que, habitualmente, poseen paredes de cristal para que la luz no falte a las nuevas siembras y crezcan en condiciones óptimas hasta que puedan salir al exterior. En ellos se controlan perfectamente la temperatura y la humedad, aprovechando la radiación solar, manteniendo una temperatura estable extraordinariamente cálida y perfecta para su evolución atrapando su energía dentro del invernadero ☼