Una de las tendencias orientales mas a destacar de esta última década, además del concepto zen, y que se ha incorporado con mucha fuerza a la decoración occidental, es la conocida como Wabi-Sabi, término estético japonés que define a los espacios decorados con una característica estética rústica. En ella se combina con toda intención, el minimalismo más absoluto en piezas aportadas por la naturaleza, con lo que se consigue una gran simplicidad, una frescura y una paz en la que se busca la belleza imperfecta que todo proceso natural confiere a las cosas que nos rodean.
La palabra en sí tiene una traducción compleja. Wabi en sus principios indicaba la soledad de vivir en la naturaleza lejos del mundo y de la sociedad tal y como la concebimos, y Sabi exponía la frialdad, lo marchito, el proceso de envejecimiento inherente a las cosas.
Hoy en día cada término se ha dulcificado y actualizado, ofreciéndole desde un punto de vista sobre el diseño, de otras características mas acordes y dulces, tales como la cualidad imperfecta del objeto en sí mismo tanto en los objetos derivados de la naturaleza, como los realizados por el hombre (wabi), combinado con esa belleza que se evidencia en cada objeto por el desgaste del tiempo, esa pátina perceptible que se instala en él, como si el tiempo lo hubiera "oxidado" dotándole de historia y cierta serenidad (sabi). De alguna manera transmite ciertos sentimientos de desconsuelo y soledad, pero sin rayar en la tristeza, mas bien la sencillez natural de las cosas adaptadas a un mundo donde el minimalismo se ve como algo intrínseco al ser humano, donde se representa la liberación del mundo material, y por lo tanto, hacia una vida mas sencilla.
En el
Wabi-Sabi no existen los acabados perfectos. Ello se trasluce en la sencilla alfarería, en las lámparas, y sobre todo en la moda, en la que cada pieza es imperfecta y da apariencia de inacabada, de estar a medias, sin terminar de coser, algo que el diseñador
Yohji Yamamoto, uno de mis favoritos
, ya creó y dio a conocer en la década de los 90, introduciéndolo en las pasarelas de todo el mundo.
No apta para todos los públicos, esta tendencia que busca la sinceridad emocional de la imperfección, es la protagonista de hoy. Espero que os guste tanto como a mí...
DECORACIÓN
MENAJE, ALFARERÍA Y LÁMPARAS
MODA
Me encanta este estilo, tiene alma, es sencillo, austero, elegante, da paz
ResponderEliminarEn efecto Carmen, es una estética minimalista y con mucho aporte visual que transmite paz y sosiego.. Gracias por comentar¡ Saludos ;)
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