Quien más o quien menos ha ido acumulando platos, la mayor parte descabalados, de las diferentes vajillas que ha comprado a lo largo de tu vida. Piezas que por ese oscuro síndrome de diógenes que todos poseemos muy dentro de nosotros, hemos ido guardando a lo largo de los años, bien por pena a la hora de desprenderte de ellos, bien por amor a esa vajilla que compraste en ese momento de debilidad, bien por tener un valor económico añadido, y que has guardado en tu armario o alacena de las cosas que han dado sentido a tu vida, como quien guarda un álbum de fotografías antiguas.
En muchos casos también es cierto, se trata de piezas heredadas de la familia, piezas que al repartir cuando ha llegado ese momento que nadie desea, has portado para tu casa con todo el amor del mundo y el recuerdo que ello significa, pensando usarlos en momentos dignos o apropiados. Incluso muchas veces estas piezas son entregadas en vida de tus seres queridos, los que como un pequeño tesoro, almacenas como los objetos especiales que son para ti.
Y yo siempre pienso que es una pena tener objetos tan maravillosos y posiblemente con mucha historia que contar, guardados en la oscuridad de un mueble, amontonados y cogiendo esa pátina aceitosa que el tiempo va dejando sobre ellos. Esos platos con tanto sabor a antiguo que guardas con tanto mimo y que probablemente hereden tus hijos sin más pena que gloria, pueden tener una vida mejor si los expones en la pared de tu rincón favorito.
Se trata de recuperar una idea de decoración que ya nuestras abuelas usaban cuando no existían las láminas gráficas y los cuadros de buena calidad eran más bien escasos en las casas de la gente sencilla. Una idea que ha perdurado en el tiempo y que muchos decoradores de interior están actualizando por la cantidad de diseñadores gráficos que usan este medio para exponer sus obras.
Ahora se unen y reúnen, se estiran, se colocan casi en formación militar o forman una orla perfecta. La mezcla y la combinación conseguirá ese toque elegante y especial a ese espacio que sonreirá ante nuestros ojos. Los colores, el motivo principal de cada plato y su colocación en la pared juegan un papel fundamental a la hora de exhibirlos con tino.
Por ese motivo hoy os propongo 20 ideas bonitas para decorar tus paredes con platos, que os sirvan de ejemplo y así conseguir la aplicación estética perfecta guardando el equilibrio necesario y no arruinar el efecto final. Esto es fundamental para que vuestra combinación quede elegante y podáis decorar con vuestros platos favoritos, esa pared en la que nunca habéis sabido bien que poner.
Que os parece la idea, ¿la pondríais en práctica en vuestras casas? ;)
IMÁGENES: Pinterest, Google Images.
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