Un apartamento solo apto para enamorados del vintage.

Ubicado en Marsella, este apartamento goza de lo que cualquier enamorado del vintage al uso desea poseer. Plagado de piezas originales de los años 60 y 70, colores con mucha fuerza tanto en muebles como en paredes y derrochando una personalidad fuera de toda regla, enamora por su sabor auténtico y sobre todo, por su imagen divertida y llena de vida. 

Con sus 93 metros cuadrados de espacio, cada rincón se convierte en una exposición continua de piezas que cualquier aficionado a la tendencia más pura del vintage sabe apreciar, pero con cierta licencia para mezclarse con otras mas actuales de Ikea, como por ejemplo la estantería del pasillo usada como biblioteca y que da paso a los dormitorios, y otras transformadas por el color para una mejor integración en el conjunto de la decoración. 

Todo es perfecto: la adorable cocina, donde el color verde de los armarios destacan junto con las sillas Tolix en colores y la mesa metálica, que es puramente industrial.  El salón con las paredes en rojo, la mesa reciclada con palés y el mueble cajonera recuperado probablemente de un taller, asombran por su fuerza y personalidad. 

El resto de la casa es una continuación de la misma tendencia en la que, particularmente la zona destinada a despacho, es la que más sabor puro destila por su sobriedad, sus piezas especialmente elegidas y el color oscuro del suelo. Una verdadera delicia. 

Desde luego, esta casa es solo apta para auténticos enamorados del vintage, además de valientes por el uso del color en cada espacio, no os parece?  ;) 

IMÁGENES: Notre Loft.