El ático perfecto para los amantes del blanco, la luz y la tendencia escandinava.

Lo de este ático a dos alturas conmigo ha sido amor a primera vista. Y es que su arquitectura es especial, para aprovechar sus 60 metros cuadrados y no desperdiciar ni una gota de ellos. 

Seguro que algunos de vosotros pensaréis que no es accesible para todo el mundo por su ideal escalera de caracol que comunica los dos pisos. A simple vista ya esa premisa es lógica, pero si nos fijamos en su estructura tan diferente, sus toques extras como sus altísimos techos donde una claraboya tipo lucernario cubre la mayor parte del techo del apartamento dejando que la luz penetre a raudales y permite tener unas vistas fantásticas de su ciudad de origen, Gotemburgo, añadido a su estética moderna y elegante donde no le falta ningún detalle de la tendencia escandinava, lo convierte en casi perfecto. 

El blanco total se apodera de todos los espacios, solo roto por el suelo de madera y las vigas vistas teñidas en negro, que rompen la decoración lineal del apartamento y que siempre rigen las casas nórdicas. La distribución es perfecta: en la planta baja el salón con la cocina industrial y el office mantienen la altura del techo para dar sensación de amplitud. La escalera de caracol parte desde la entrada al dormitorio y sube hasta el despacho ubicado encima y que comunica con el lucernario, con lo que se aprovecha la luz al máximo y amplia visualmente el espacio. Una maravillosa sensación sobre tu cabeza de libertad y explosión de cielo estrellado por las noches¡¡  Ideal... 

Varios armarios de gran capacidad aprovechan los rincones y una estufa de lo más funcional mantiene la casa caliente en los duros inviernos suecos. 

Una joya con un encanto fuera de toda duda y que enamora nada más verlo. ¿No os parece precioso? 

Indudablemente lo es  ;) 

IMÁGENES: Alvhem, Mäkleri & Design