Otra forma de empaquetar tus regalos, reciclando.

Si el otro día os hablaba sobre la alternativa de decorar en Navidad nuestra casa de otra forma diferente en este post  (clic si te lo perdiste), hoy me quiero centrar en algo que se nos acerca a pasos agigantados y que no es otra que el empaquetado de nuestros regalos, pero eso sí, aportando algo personal reciclando con materiales que seguramente tienes por casa y que probablemente nunca se te habrían ocurrido darles otro uso que no sea el habitual.  

Y es que para este tipo de empaquetado tan grunge, no se necesitan muchas cosas, porque es la imaginación la que más cuenta. Un cordel,  un periódico, el papel de embalar marrón, unas cintas que guardaste por si acaso, e incluso las ramas sobrantes de tu árbol de Navidad son suficientes para crear un envoltorio artístico y super efectista, si mezclas con buen gusto y de una manera original. Aquí las tarjetas imitando a las antiguas, la pasta de fimo y los adornos más diversos son la guinda del pastel.

Es el encanto por lo natural... 

Si eres de lo más manitas puedes usar el papel para embalar aportando tu estilo personalizado con sellos de caucho impregnado de pintura en blanco y negro, o con polvitos dorados formando las iniciales del destinatario, o con plumas reales mezcladas con plumas de papel recortadas.  En estos casos las etiquetas de toda la vida son perfectas para poner el nombre. 

Otra tendencia en alza son los papeles en color negro cual si de una pizarra se tratara, con mensajes y dibujitos imitando la tiza y con caligrafía vintage para conseguir el toque final.

Y para terminar me han encantado estos paquetes tipo sobre, sencillos pero con ese sabor a antiguo que tanto me gusta y en los que se ve el detalle y el gusto por la personalización.  

FOTOS: Lonny Magazine, Pinterest.