Una casita en el campo muy femenina.

Michelle Smith es una joven aunque muy reputada decoradora nacida en Nueva Orleans pero que desarrolla su trabajo en los ambientes más neoyorquinos donde vive durante la semana en su piso de Manhattan.  Deseando encontrar un espacio donde poder descansar del ajetreo diario, tuvo la oportunidad de comprar una casita en pleno campo y usarla como vivienda de fin de semana, en la que ha creado un reducto especial, muy personal y femenino, ubicado en un pueblo de pescadores llamado Sag Harbor,  en las afueras de Nueva York. 

Los tonos beige, los suaves grises y el verde menta elegidos para las paredes aportan un extra de calidez y paz a cada estancia, donde destacan las anchas tablas de madera teñida en los suelos, las puertas recuperadas y la chimenea, que son los originales de la construcción,  de esta casa antigua que data de 1790 y que es una verdadera joya de la arquitectura. 

Me ha encantado ese sabor ligeramente vintage de sus espacios pero sin caer en el exceso, en los que se aprecia su búsqueda del equilibrio perfecto entre las antigüedades que ha ido atesorando en sus múltiples viajes, los muebles heredados de familia y algunos más modernos, combinándolos con textiles de colores suaves y con su ajuar de encajes antiguos, que se integran perfectamente en la decoración de esta casita campestre. 

El porche, construido posteriormente, es su sueño hecho realidad donde poder pasar largas veladas bucólicas y disfrutar de la quietud y el silencio que proporciona la vida en el campo.

Ha querido realizar su trabajo mas personal, cansada de los muebles industriales tan de moda en la decoración actual y que prácticamente han copado todos sus últimos trabajos, rompiendo así con la tónica general. Como ella misma dice "si puedo dejar de usar en mis trabajos futuros una mesa de centro industrial o una bombilla tipo Edison para decorar las casas de mis clientes, conseguiré ser una mujer más feliz". 

No sé si en el futuro conseguirá hacer realidad ese deseo, pero lo que está claro es que en su casita de campo lo ha conseguido por completo. 

Una monada de casa, desde luego... ;) 

FOTOS: Lonny Magazine